Fundación Maritza Liliana Palacios Botero

FUNDOCMA nació del corazón y vocación de una mujer que ha dedicado su vida entera a los animales: Maritza Liliana Palacios Botero, médico veterinaria de profesión, pero, sobre todo, de corazón.

Desde hace más de 20 años, Maritza ha desarrollado una labor incansable, movida por la compasión, el amor y el respeto profundo por todos los seres vivos. En un país donde miles de animales son víctimas del abandono, el maltrato, la indiferencia o el olvido, ella decidió actuar.

Lo que comenzó como una labor personal, recogiendo y curando animales en su tiempo libre, fue creciendo con el paso de los años hasta convertirse en lo que hoy es FUNDOCMA: un verdadero santuario de vida, donde cada animal tiene la oportunidad de sanar, descansar y vivir dignamente hasta su último día.

Aquí llegan animales en condiciones extremas: perros, gatos, bovinos, caballos, gansos, gallinas, ovejos… seres que han sufrido desnutrición, enfermedades, maltrato físico y emocional, o que han sido abandonados en la preñez o la vejez. En FUNDOCMA no se hace distinción de especie ni de historia. Todos son acogidos con el mismo respeto y cariño.

Cada rincón del refugio respira una sola filosofía: dignidad hasta el final. No se trata solo de dar comida y atención médica. Se trata de ofrecer amor, paciencia, espacio para sanar y una nueva oportunidad para vivir sin miedo.

FUNDOCMA se sostiene gracias a la venta de productos solidarios y el apoyo incondicional de quienes aman a los animales tanto como nosotros. Sin embargo, la necesidad es inmensa, y por eso hoy más que nunca necesitamos de ti.

Cada aporte, por pequeño que parezca, nos permite alimentar una vida, pagar tratamientos, ampliar espacios o simplemente ofrecer una caricia más a quienes jamás deberían haber sufrido.

Ayúdanos a seguir salvando vidas. Porque ellos no tienen voz, pero sí tienen esperanza.
Gracias a ti, FUNDOCMA puede seguir siendo ese lugar donde los animales encuentran lo que muchos humanos les han negado: amor, respeto y paz.